Acuarela y sus hermanos aparecieron sin explicación bajo unos setos junto a una avenida principal de Córdoba. 
Empezaban a andar y estaban ya entrando en la carretera cuando una voluntaria los vió y sin pensarlo dos veces los cogió para ponerlos  a salvo.Todos tenían los ojitos y sus partes llenas de pus.

Todos fueron adoptados, sin embargo, años después la pobre Acuarela fue devuelta y ahora se encuentra de nuevo buscando una familia y una segunda oportunidad. 
Es buena, sociable con otros gatitos y mimosa, todo el que la conoce se enamora de ella ¡Y tiene unos ojazos! No se le puede decir que no a nada

¿Quieres ser tú quien le de una nueva familia?