Había una vez una gatita llamada Malik que fue abandonada en las calles de un pueblo. Era una gatita de colores únicos y con un carácter inigualable. A pesar de su delicada apariencia, Malik tenía un espíritu valiente y decidido.

Malik decidió que la calle no era lugar para ella y que tenía que volver a una casa, así que comenzó a demostrar sus dotes de cantante. Gritó y gritó hasta que su voz resonó en todo el vecindario. Una voluntaria al escuchar los desesperados maullidos de Malik, no pudo ignorarla. Se levantó, se vistió y salió a la calle en busca de la fuente de esos gritos. Allí encontró a la pequeña gatita que parecía decir: "Si quieres dormir, tendrá que ser conmigo en la cama".

Y así es como Malik llegó a casa de nuestra voluntaria quien la define como toda una señorita  delicada y dulce, algo tímida al principio pero una vez se hace a ti se deshace en mimos.

¿ A qué esperar para adoptarla ?

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